Palacio IRREAL

Ayer estuve paseando por la luminosa Gran Vía hasta llegar a la Plaza de España. Allí contemplé las estatuas gigantes de Cervantes y Don Quijote de La Mancha. Continué hasta llegar a la Plaza de Oriente, desde la que se veía el colosal Palacio Real. Y me puse a pensar. Y mi mente no encontraba respuesta a todas las preguntas que me surgían acerca de aquel increíble edificio que tenía a pocos metros. Seguí paseando hasta llegar a la Catedral de la Almudena. Es en este lugar, entre los dos espléndidos edificios, es donde me puse a pensar más de lo debido. ¿Para qué tanta riqueza en tan poco espacio? ¿Por qué tanto lugar desaprovechado? ¿Cuál es el objetivo de mostrar a los turistas estas dos obras de arquitectura? ¿Acaso hace que cambie la visión de España mediante estos dos monumentos? ¿Acaso ayuda esto a salir de la crisis? Muchas preguntas que revoloteaban mi cabeza no encontraban una respuesta clara y concisa.

Un lugar lleno de riqueza. Repleto de elegancia. Es cierto, pero ¿hace esto más rico y afortunado al pueblo español? Hablemos con exactitud. El Palacio Real de Madrid es el mayor de toda Europa Occidental, ya que cuenta con una extensión de 135.000 m² y más de 3.418 habitaciones, que por supuesto están vacías. Si la realeza debe ayudar al pueblo y ser su representante, ¿por qué no se llenan esas habitaciones vacías de gente necesitada? ¿Es a caso un enorme y lujoso palacio la representación real de los habitantes de España? No. Esa es la respuesta. Y deberíamos hablar de un PALACIO IRREAL y no del Palacio Real.

Vista del Palacio Real desde la Plaza de Oriente.

Fachada principal de la catedral de la Almudena.