Hay una exposición en el Caixaforum de Madrid del fotógrafo Jacques Henri Lartigue bajo el nombre de "Un mundo flotante". Estará expuesta del 4 de marzo al 19 de junio.
Estas son algunas de las anotaciones que cogí ayer:
> Nací feliz. Eso ayuda ¿no?.
> El día no debería apagarse nunca...
> Memoria y felicidad son dos realidades que sufren la misma amenaza: el tiempo pasa tan rápidamente que los padres y los amigos son casi tan etéreos como los fantasmas.
> A través de la fotografía, Lartigue espera detener el fluir del tiempo.
> Desde niño padezco una especie de enfermedad. Todas las cosas que me maravillan se escapan sin que pueda guardarlo suficiente en la memoria.
> La magia del instante. Su mirada de fotógrafo tiene presente lo ambigua que es la realidad. Gracias a su instantaneidad, la fotografía puede captar la magia de la incertidumbre, en la que el tiempo oscila entre dos puntos de interés contrarios o duda entre la sombra y la luz. En ese intervalo, reside la verdad eterna de las imágenes de Lartigue, que nos recuerdan siempre que el tiempo nunca se detiene.
> Las personas parecen flotar, perdidas entre la vanidad y la inexistencia, entre el silencio y la incomunicación.
> La fotografía sirve para retener la vida.
> La fotografía: una especie de deporte, como atrapar una mariposa al vuelo. Hay que ser rápido.
> La vida es algo maravilloso que baila, salta, vuela, ríe y pasa.
> La playa es el lugar más inmenso de la tierra. Nada impide ya que mis ojos vuelen y naveguen infinitamente en la distancia.
Asistencia obligatoria a esta increible exposición.