Marionair, el vuelo de mi vida

Esta tarde tengo examen de "Técnicas de locución y montaje". Para ello, he tenido que redactar un monólogo acerca de mi vida. Este es el resultado:

LOC. :

Martes, día 1 de febrero. Vuelo de Marionair con destino a Madrid, el avión acaba de despegar.

CONTROL. FLY RYANAIR! - Ryanair Song. PP Y PERDER

LOC.:

(CARRASPEO) Señores pasajeros, buenos días, les habla el comandante. Mi nombre es Mario Díez Monteserín. Bienvenidos al vuelo número MA-0510, con destino a la ciudad de Madrid. El tiempo estimado del vuelo es de 4 minutos. Volaremos a una velocidad aproximada de 2000 nudos. La torre de control reporta buen tiempo en toda la ruta pero podremos tener algunas turbulencias, ya que el viaje estará lleno de emociones, sentimientos y recuerdos. No olviden que es obligatorio ponerse el cinturón de seguridad. Esperamos que su estancia a bordo sea lo más agradable posible. Muchas gracias por viajar con Marionair.

CONTROL. CD CREMALLERAS. SIDECARS. “Noche en velero”. C-14 PP Y F

LOC.:

Mi vida ha sido un vuelo en el que han sucedido las más fuertes turbulencias. He atravesado nubes grises, pero también cielos azules. Un viaje de 21 años en el que el equipaje principal han sido la ilusión y las ganas de aprender.

Todo empezó un 5 de octubre del 1989, cuando un ser de 7 meses nació en la ciudad de Bilbao. Tuvo muchísimos problemas para el crecimiento durante los primeros meses, la estancia en la incubadora, dificultades para la alimentación, la meningitis y varias operaciones. Sus padres eran fuertes y valientes y con el apoyo y el cariño de la familia siguieron adelante.

 

CONTROL. RÁFAGA

El pequeño Mario se iba recuperando poco a poco. Aún así, tuvo dolores y problemas con la cintura por haber venido al mundo tan temprano. Más médicos y hospitales. Más lloros y sufrimiento. La paciencia inagotable de sus padres y su hermano. Tratamientos, visitas a doctores y muchas lágrimas. Y llegó la solución: una prótesis que poco a poco iba a hacer que Mario se recuperara. Alegría, felicidad, amigos, juguetes, sonrisas. Mario ya era un niño al que le encantaba ir al colegio. Sacaba muy buenas notas y todo el dolor del pasado se esfumaba a medida que pasaban los años. Tenía muchos amigos con los que jugar, pasaba horas y horas de diversión en el parque y el mejor regalo de unos padres excepcionales: su cariño.

Llegó el instituto y con ello, los descubrimientos de la adolescencia. Se dejaron atrás los juguetes y los balones, para cambiarlos por las fiestas, el sexo, los viajes y las locuras. Nada del otro mundo, pero todo un mundo para el joven Mario. Conoció a sus mejores amigos e hizo viajes en los que iba aprendido de la vida.

CONTROL. RÁFAGA

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Y como no, después del instituto, la incertidumbre de qué estudiar en la universidad. Mario se decantó por Comunicación Audiovisual, una carrera que siempre le había llamado la atención. Era un apasionado del cine, de la música, de la fotografía y de la televisión. El primer curso fue el más difícil, ya que era un gran cambio en cuanto a profesores, asignaturas y métodos de dar las clases, pero esto no supuso ningún problema para Mario. Tuvo excelentes notas y llegó el segundo curso. Otro año más que no le puso barreras, pero empezó a plantearse una cuestión: seguir en Bilbao o marcharse de la ciudad que le ha visto crecer.

CONTROL. RÁFAGA

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Llegó el mejor año de su vida: decidió marcharse a Roma para cursar tercero. La búsqueda del piso se hacía eterna. Los propietarios intentaban cobrar lo máximo posible por esas cajas de zapatos llamadas “stanze singole”.

Todo era caótico: el tráfico, la universidad, el papeleo... Una ciudad en la que el agobio y el estrés estaban asegurados. En la época de exámenes todos queríamos oír al profesor diciendo: “Hai passato l´esame. Hai presso un 28”. Es ahí cuando llamabas a tu madre para decir que habías sacado un sobresaliente. Y claro, ella extrañada te preguntaba: “¿Pero cómo lo haces? ¡Si estás todo el día de fiesta!”. A lo que tú contestabas: “Mamá, soy Erasmus”.

Según pasaban los meses, empezó a tener curiosidad por vivir en otra capital, en este caso más cercana: Madrid. En cuestión de días rellenó todos los formularios y al cabo de varias semanas recibió la buena noticia: tenía una plaza para estudiar en la Universidad Complutense de Madrid. Se acabó la estancia en Roma y regresó a Bilbao para el verano. Meses de reencuentros y otra vez las despedidas. Volver a llenar las maletas de ilusión y de nuevo otro viaje. No sabe lo que le depara el futuro porque el avión sigue en ruta. Ahora a Mario le toca Madrid, pero seguramente las cremalleras de esa maleta no estén del todo cerradas. Continuará su viaje. ¿Quieres formar parte de él?. El destino lo elegimos nosotros. No debemos soñar nuestra vida, sino vivir nuestros sueños.

LOC.:

CONTROL. RÁFAGA Y RESOLVER

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(CARRASPEO) Muy buenas señores pasajeros. Les informo de que acabamos de llegar a nuestro destino, Madrid. No olviden recoger todas sus pertenencias y una vez más, en nombre de toda la tripulación de Marionair, les damos las gracias. Que tengan una feliz estancia. Les aseguro que tendrán más noticias de Mario Díez Monteserín en próximos vuelos.